viernes, 30 de abril de 2010

LOS INMORTALES III

Estas respuestas fueron obtenidas a través de una encuesta que la autora realizó en Facebook el pasado 16 de abril.
¿Qué haríais si fuérais inmortales? Aquí hay respuestas para todos los gustos y temperamentos.


"Buscar la manera de que mis seres queridos también lo fueran, debe ser muy duro vivir viéndolos a ellos/as morir."
Yasmina Romero Morales

"No quiero ser inmortal si pierdo por el camino mis afectos, la soledad en ese caso debe de ser inmensa llena y llena de pérdidas."
Ana Agudo

"Pero, ¿inmortales, siempre jóvenes, inteligentes y guapos?, ¿inmortales que no necesiten comer y beber para estar vivos?, ¿inmortales que no tengan enfermedades, frío, calor o tengan que ir al baño? Porque si no es así, habría que pasarse la eternidad TRABAJANDO PARA TENER DINERO, que tampoco es para tirar cohetes, ¿verdad?
Pilar Ximenez Gómez

"Intentar hallar la manera de volver a ser mortal".
Santi Baró

"Prepararme mentalmente para resistir el sufrimiento".
Ana Belzunegui

"Venerar a los muertos y verlos como a Dioses, como a seres que no tienen que pasar el mal trago de ver c... Ver más cómo todos sus seres queridos mueren. Además también los veríamos como seres que murieron y llegaron al final de su trayectoria de un modo normal, y tuvieron una vejez 'natural', el paso del tiempo los afectó de una manera natural. Pero ¿imagináis como serías si tuvieras 200 años? estarías arrugadísimo y supongo que sentirías dolor en todo el cuerpo, ceguera, problemas de todo tipo...a no ser que seas un vampiro como los de Crepúsculo:). Creo que buscaría también como dice Laura a alguien inmortal con quien compartir mi inmortalidad"
Cristina Puig

"Quizá buscar a alguien que también sea inmortal para pasar el resto de mi vida con el/ella".
Laura Morales

"Sentarme en un banco a contemplar cómo pasan los días, tranquilamente sin prisa, ver como los problemas envejecen y desaparecen..."
Claudio Sánchez Viveros

"Creo que desearía ser mortal... Siempre deseamos lo que no tenemos".
Ainara Méndez

"Vivir".
Cristina Prieto Solano

"Intentar morirme de viejo".
Javier Fernández Jiménez

"Combatir el aburrimiento como sea".
Luis Artigue

"Lo mismo que ahora, pero durante más tiempo".
Marta Lorenzi

"No me gustaría ser inmortal pero seguramente recorrería mundo y aprendería muchísimas cosas..."
Li Petitabruixa

"Si fuera inmortal estaría deseando eternamente ser mortal".
Albert Calls

"No sé, no sé, con este mundo que tenemos, si a mí me apetece quedarme mucho rato... ¿Ser inmortal? No, desde luego."
Julia Siles Ortega

"Viajar, viajar y viajar"
Marian Corrales

"Me suicidaría una y otra vez, una y otra vez..."
Santiago Eximeno

"Convertir en inmortal a mi amado y mirarle a los ojos durante toda la eternidad".
María José Bausá Giménez

"Darme el gustazo de todos los vicios y no tener consecuencias físicas y viva la buena vida!!!"
Helena Coronado

"Pues fíjate me cuesta llegar a ésa situación."
Milagros Anton de Pablo

"Vivir cada año en un pueblo, ciudad o lugar distinto del mundo."
Ana Prieto

"Comprarme un detector de metales y pasearme por toda Asia buscando la tumba perdida de Gengis Khan"
Rubén Castillo

"Me pasaría la vida esquivando los diferentes intentos de homicidio de la compañía de mi Plan de Pensiones Vitalicio.."
Marta Lorenzi

jueves, 29 de abril de 2010

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¡Buen provecho!

miércoles, 28 de abril de 2010

LOS INMORTALES II

¿Qué harías si fueras inmortal?
Esto contestan algunos escritores y editores. ¿Te atreves a opinar?


"Si fuera inmortal buscaría sin descanso la esencia alquímica del elixir de la muerte, para dar sentido a mi desdichada vida eterna".
Rafael Ábalos, escritor

"Si yo fuera inmortal, me preocuparía bastante por el cobro de mi pensión de jubilación. La única ventaja es que podría pagar mi hipoteca en infinitos años a una cuota infinitamente pequeña".
Luis García Jambrina, escritor

"Me asusta la inmortalidad. Prefiero la reencarnación".
Myriam Galaz, editora (de Crypta, entre otras cosas)

"Si yo fuera inmortal me lo tomaría todo con calma.
La hipoteca me traería al fresco.
No me excitaría conduciendo.
Llegaría tarde a todos lados.
Corregiría mis poemas un mínimo de doscientos años.
Me lo tendría súper-creído.
No dejaría de fumar: aunque fumo poco, sólo unos cigarrillos, me pesan muchísimo en la conciencia y mi cuerpo mortal está decidido a dejarlo del todo.
Montaría un club de inmortales en la esperanza de que hubiese alguien más como yo, porque siempre gusta hablar con gente de nuestra misma edad.
Tendría una gran biblioteca, ¡y me daría tiempo a leerlo todo!
Probablemente me divorciaría unas cuantas veces.
Me compraría un buen equipo de grabación para filmar el fin del mundo (que sería contemplado por mí, en éxtasis nihilista total).
Y escribiría novelas larguísimas."
Ángela Vallvey, escritora

"Tras meditarlo largo y tendido, he llegado a la conclusión de que me convertiría en un mad doctor y me dedicaría a trazar siniestros planes para apoderarme del mundo. Tiempo para ello tendría de sobra. Ahora bien, si esto no parece muy realista... no sé, me temo que seguiría haciendo lo mismo que hago ahora. Aunque, claro, a la larga evidentemente acabaría haciendo cosas distintas. Como dice Borges en El inmortal, “en un plazo infinito le ocurren a todo hombre todas las cosas”. Y más adelante añade: “Entre los inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo”. Es decir: a la larga, ser inmortal debe de resultar muy aburrido. Supongo que, si fuera inmortal, acabaría llorando infinitamente la pérdida de todos los seres queridos que murieron mientras yo permanecía".
César Mallorquí, escritor

¿Inmortal? Puestos a tener prerrogativas especiales me inclinaría por elegir la invisibilidad, un regalo que permite el gamberreo y la broma fácil, pero ante un ofrecimiento de este calibre, supongo que la reacción lógica, liberado por fin de la espada de Damocles que provoca el miedo al castigo divino una vez llegado a la vida del más allá, sería consagrarme al ejercicio sutil y perenne de la maldad impune. Por los siglos de los siglos.
Jordi Cervera, escritor

"Lo primero que haría si fuera inmortal sería tirar todos los relojes a la basura, o al menos dejar de estar siempre pendiente de ellos. El problema de ser mortal es que sabes que cada segundo es único y que no va a volver; que te queda uno menos para fallecer. Luego, si nada de eso me preocupase, ¿qué más me daría llegar pronto o tarde a los sitios? ¿O hacer listas de prioridades? ¿O seleccionar lecturas porque sé que no voy a ser capaz de leer todas las novelas que existen? Y viajar... viajar por todo el mundo. Recopilaría experiencias y las plasmaría en mis libros.
Con todo, debo aclarar que no soportaría ser inmortal si no lo fueran también las personas que quiero. Viviría en un infierno eterno si tuviera que verlas morir una tras otra sin poder evitarlo..."
Javier Ruescas, escritor


"En broma: Dejar pasar el tiempo
En serio: organizarme mejor porque sería toda una vida."
Sandra Bruna, agente literaria

"Empezaría por preguntar a todos mis coocidos si se encuentran en mi misma situación. Ser inmortal pero estar sola no me haría mucha gracia..."
Belén Bermejo, editora de Crypta (entre otras cosas)

"Si yo fuera inmortal, cada vez que me quedara solo por la muerte de mis seres queridos, intentaría reinventarme de nuevo para vivir una vida diferente. Si no, sería un poco aburrido."
Fernando Alcalá, escritor

domingo, 25 de abril de 2010

Let Me Introduce Myself...

—La verdad, amada Natalia, es que una biografía que dura cuatro mil setecientos diez años es una verdadera lata. Harían falta tomos y tomos para desmenuzar mis andanzas en la Tierra y de todos modos quedarían cosas interesantes en el tintero. Tal vez valga más la pena detenerse en lo genérico, en los grandes trazos, que sin duda te ayudarán a comprender mejor cuanto quiero decirte. Por ejemplo: debes saber que el mundo es nuestro, de los Oscuros. Los otros jamás existieron. No, no me mires de este modo. Todo es un cuento, una fantasía que inventaron los mortales, siempre tan presuntuosos. Y tan vulnerables. La vida es nuestra, al igual que la muerte y el universo y cuanto existió y existirá. Nosotros creamos de la nada a todas las criaturas del mundo. Nada de propósitos sublimes: lo hicimos por aburrimiento, por procurarnos la diversión de inventar seres que compitieran entre ellos, o que se aparearan con frenesí (el sexo es un espectáculo tan estimulante como la violencia). Nunca hubo un solo ser creador. ¡Qué ocurrencias! ¿Cómo va a ser semejante variedad producto de una sola imaginación? ¿Acaso no hay en el mundo huellas de la fabulosa competición que lo generó? ¡Claro que sí, por todas partes! Es cierto: las criaturas que habitan los elementos fueron creadas por incontables genios oscuros, sin orden ni concierto, a lo largo de los milenios. Del mismo modo, mis predecesores destruyeron otras porque estaban cansados de verlas. Algunos casos han sido muy sonados para la humanidad. Se dice que fue el gran Belfegor quien se cargó los dinosaurios de una colosal pedrada. ¿La razón? Se meaban en sus plantas. Creo que no tuvo mucha paciencia con ellos. Estas cosas siguen ocurriendo todos los días. Cuando el Gran Señor de lo Oscuro se cansa de una especie, la elimina sin darle explicaciones a nadie. A veces hace y deshace sólo por distraerse, porque la inmortalidad es una lacra. Quienes se sientan en el trono del Poder Supremo no suelen aguantar más de treinta mil años. Alguno, como Satán, apenas ha durado una docena de milenios —es curioso que sea de los más famosos, cuando también fue de los más fatuos—, si bien la mayoría aguanta por lo menos veinte. Claro que también está el caso contrario. La leyenda dice que uno de los primeros Grandes Señores de la Oscuridad, Olm, ostentó el poder durante doscientos cuarenta mil años sin perder el ánimo más que en los últimos mil. No es de extrañar, con tales virtudes, que haya hecho historia.

sábado, 24 de abril de 2010

LOS INMORTALES I

¿Qué harías si fueras inmortal? ¿Estarías encantado, aburrido, o asqueado? Nosotros hemos querido saber cómo se enfrentarían a la inmortalidad diferentes personalidades del mundo de las letras y se lo hemos preguntado directamente. En los próximos días, aparecerán más respuestas.

¿Y tú? ¿Qué harías si fueras inmortal? ¿Te atreves a contarlo en "comentarios"?


"¿Qué Haría si fuera inmortal?, la única respuesta que se me ocurre es: aburrirme."
Luis Sepúlveda, escritor

"Yo no podría ser inmortal. Seguiría escribiendo como hasta ahora y terminarían por matarme por mi incontenible productividad. Pero, si al fin y al cabo me tocara... me convertiría en un superhéroe y ¡ay de los Bush, Chávez, Aznar y demás zumbados de nuestro tiempo".
Jordi Sierra i Fabra, escritor

"¡Preocuparme! No sé si resistiría toda la eternidad buscando best-sellers..."
Ana Rosa Semprún, editora de Crypta

“Si fuera inmortal, daría la vuelta al mundo a pie y sin ninguna prisa”.
Francesc Miralles, escritor

"Buscar la forma de dejar de serlo".
Fernando Marías, escritor

"Si yo fuera inmortal aprendería a esperar, que es un arte demasiado lento para los mortales. Aprendería a mirar por la ventana durante horas, sin otras intenciones que esa, la de mirarlo todo asombradamente. Me iría de viaje al azar. Haría natación, que la tengo abandonada. Pasaría muchas noches sin dormir y también muchos días durmiendo. Trataría de jugar mejor al fútbol. Esperaría a mi madre, por si regresa algún día."
Andrés Neuman, escritor

"Me abruma pensar que este conjunto deslavazado de moléculas, pensamientos y sentimientos pudiese perdurar por los siglos de los siglos… ¿para qué? Pero si no hubiese más remedio, me dedicaría a encender las estrellas cada noche, como un farolero".
Elsa Punset, escritora

Si fuera inmortal, dejaría de hacerme tantas preguntas (que paralizan) y obedecería la primera regla del Club de Motociclismo Italiano: lo que hay detrás de mí ya no importa.
Hilario J. Rodríguez, escritor

"Viviría cada día como si fuese el último, aunque recalculando porcentajes. Es decir, ampliando cota de lo que deseo hacer y acotando la obligación. No habría edades para nada -si es que las hay-, y sería estrella del rock a los 180 años, habiendo aprendido a tocar bien el bajo y a cantar. Escribiría mil libros más y entrevistaría a tres mil personas más. No me cansaría de plantar flores y árboles. Cuidaría de las siete vidas de un gato. Olería la brisa del mar a diario. Me daría tiempo a visitar cada rincón de este planeta y me guardaría en baúles las fotos analógicas de mis viajes. Todo, con una única condición: que a mis seres queridos también les pasase la muerte de largo. Si no, no hay trato."
Irene Claver, escritora

"Intentaría suicidarme, en serio. No conozco ningún personaje inmortal que no terminara deseando morir".
Blanca Álvarez, escritora


viernes, 23 de abril de 2010

¿Puede enamorarse un ser inmortal?

«La verdad, mi amada Natalia, es que harían falta tomos y tomos para desmenuzar mis andanzas en la Tierra y de todos modos quedarían cosas interesantes en el tintero. Debes saber que el mundo es nuestro, de los Oscuros. Los otros jamás existieron. Todo es un cuento, una fantasía que inventaron los mortales. La vida es nuestra, al igual que la muerte y el Universo y cuanto existió y existirá».

El diablo Eblus no pasa por su mejor momento. Degradado por su peor enemigo y privado de su poder, debe volver a conquistar su antigua posición. Al mismo tiempo, debe luchar contra lo más extraño, molesto y enojoso que le ha sucedido jamás: se ha enamorado. Y no de cualquiera. De Natalia, una mortal de dieciséis años que no le hace ni caso. De la humana más ambiciosa y sin escrúpulos que conoce.

En Crypta, Care Santos nos ofrece una inigualable historia donde la fantasía se conjuga con el humor negro para describir un mundo terrible (que se parece mucho al nuestro). Escrita con impecable pluma por una de las autoras más leídas entre los jóvenes de nuestro país, esta novela no dejará indiferente a nadie.

El 11 de mayo, en tu librería.

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